Tengo esta sensación de locura y delicadeza, es una mezcla explosiva, pero la lluvia apaga el fuego de la mecha. Es la incertidumbre del paso del tiempo, o mejor dicho, del paso de lo que podría haber sido.
Escúchame, todos somos estúpidos y pensamos demasiado en ello, o no.
Quiero esta vez ser yo la que no piensa en las consecuencias y se arrima con fuerza a la lógica, porque hay situaciones en las que la mejor opción no es pensar con la cabeza.
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