¿Puedes sentirlo?
¡Hágalo entre las rocas afiladas de los montes!
¡Descarga tu furia sobre los gusanos y ratas!
Sobre aquellos que se hacen llamar hombres.

Tú.
Tú.
Tú.
Tú.
Tú.

Yo puedo sentirlo, pero estas tan lejos y las nubes no se abren.
Pero, ¿Lo escuchas? 
Quizás no sea perfecta.
Y puede que odies mis pecas, como mi vientre sobrepasa el pantalón, como mis muslos se rozan al caminar, mis uñas mordidas, mi falta de maquillaje, mi silencio, mis pantalones, mis camisetas, mis deportivas.
Pero yo he aprendido a quererte con todos tus fallos, todos esos detalles que hacen que seas tú. 
Tú.
Moriría por gritarlo en medio de una calle concurrida, que el 0,00000000000000000000000001% de la población lo sepa y la multitud abra un pasillo y tú estés en el final observándome con mirada de terror.
Entonces yo volvería a respirar y como todo el mundo me miraría y tú no te acercarías, correría.

Quizás puede que odies cien cosas de mi.
Pero cien no es nada, te quedaría un largo camino y siempre quedarían cosas por conocer.

"Los secretos de Mary Luce Williams"
Con los dedos extendidos y
sintiendo el viento pasar,
¿Pero qué buscan tus manos?
¿Qué esperan palpar?
Algo más que aire, espero suponer.
Y asientes en silencio.
Le busco a él.
"En mi último grito decidí que todos acabarían temiéndome más que a la propia muerte, porque ni ella es capaz de mirarme a los ojos, John Watson."


~Evan Jones

Tales estampidas despertarán a los bebés del pueblo.
Tales estallidos harán volar las casas.
Tales nubes de polvo dejarán ciegos a los habitantes.
Tales historias del pasado dejarán huella en el presente.

Fotografía: Searching
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