Las lunas parecen ser más oscuras a pesar de que sólo hay una. Sólo una.
Y yo muevo mis dedos bajo las hojas secas, buscando en mi pensamiento la racionalidad. La lógica.
¿Yo? ¿Por qué? No lo entiendo.
Fueron sólo susurros que leían mis ojos. Recurrentes. Sólo algunos días en semana.
Sólo unas pocas horas en el invierno.
Pero ahora todo es distinto y pienso y pienso en las lunas. Y sólo hay una.
¿Por qué pienso en lunas si sólo hay una?
¿Todo ésto por susurros?
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