Y nosotras somos las que debemos recibir flores, y sentirnos alagadas con piropos.
Somo las que debemos llorar con películas y dejar que los hombres nos sequen las lágrimas para después besarnos de forma suave.
Debemos dejarnos embaucar por lo romántico.
Somos la diana color rosa.
¿Debo sumirme en la ignorancia para parecer dulce? ¿Tengo que sonreír sin mostrar los dientes para lucir adorable?
Debemos transformarnos para que nos miren y les guste.
Debemos maquillarnos. Ser perfectas. Creernos perfectas pero sin llegar a ser vanidosa.
Sumisas. Simpáticas. De risa floja hasta parecer estúpida.
No rechazar.
Que me digan lo que debo hacer para desobedecerlo todo, que no hay pasos que tenga seguir.
Soy del mismo género sin compartir otra característica.
Y que se dejen de flores y lágrimas, que las conquistas me repelen.
Sólo pido que me dejéis paso mientras camino en vaqueros, zapatillas y ausencia de escote.
Que a mí nadie me espera, pero eso no significa que no tenga ningún lugar al que ir.
Fotografía: Louisa Chalatashvili

