Te todas las historias sobre la niebla, hay una que he escuchado cientos de veces en versiones tan parecidas que creo que es la única que podría decir que es cierta.
Hace unos años en todas las calles cercanas a la niebla, e incluso a unos kilómetros de ella se esuchaban gritos.
Gritos de una sola voz, de una chica.
Y se distiguía perfectamente las palabras.
Llamaba a su padre.
Una y otra vez soltaba un grito desgarrador, esperando respuesta.
Dicen que el último fue el más fuerte y roto de todos ellos.
No volvieron a oirla. Nadie sabe si encontró a su padre o acabaron con ella antes.
Nadie sabe nada.
Sólo saben su historia al otro la de la niebla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario