Todos aquellos silenciosos que se esconden entre las rocas.
Los conformistas que cruzan como sombras.
Los invisibles que rodeamos al sonido.
Los mudos que encendemos su luz.
Los que nos hemos sentido amenazados para dejarnos en ridículo.
Los demás...
Los ruidosos, los inconformistas, los visibles y los parlantes.
Tenéis miedo. Nos teméis.
Porque sabéis, queridos compañeros, que guardamos tanto y mostramos tan poco.
Somos un misterio para vuestros sentidos.
Dejad de intentar hacernos inferiores.





